Daniel Peretti, un viejo militante de extrema izquierda, nunca se ha perdido unas elecciones. El día de su muerte, le pide a su hijo mayor, Vincent, que vaya a votar por él. Por la noche, Vincent descubre con horror en su bolsillo el voto que tenía que haber metido en la urna. No sabe a quién ha votado, pero seguro que no era la buena papeleta.