Abel, un joven sacerdote, llega a su nueva parroquia. Allí va a conocer a Richard, un cura suicida, y a Viviane, una mujer filósofa. A medida que recibe las confesiones, Abel se da cuenta de que su objetivo en la vida es encontrar el amor: se dedicará a ello recogiendo una flor cada día, durante diez años, para ofrecérsela a una joven que lleva velo y a quien no conoce.