Bertrand se hace rico con la bolsa, aprovechando una información confidencial. Por precaución, decide transferir los beneficios a una cuenta bancaria de Jersey, a nombre de su concubina. Joyce es pues la titular habilitada a disponer de los fondos de Bertrand y sólo ella puede darle un poder para sacar su dinero. Pero rompen la relación. Joyce pretende estar esperando un hijo de Bertrand y éste no quiere saber nada del niño. Entonces, Joyce le chantajea: el poder de la cuenta contra que se case con ella y reconozca la paternidad de su hijo.