1989. El muro de Berlín está a punto de caer. En Francia, Flavie va a cumplir veinte años. Su vida cotidiana transcurre entre las visitas que hace a su padre Milan un anciando de setenta y quince años que sufre de Alzheimer.
Flavie vive una relación tan fusional con su padre que no se da cuenta que al acompañar a este hombre hacia el crepúsculo de su vida, ella también se muere un poco más.