Cuando va a ver la película de François Truffaut, "La Nuit américaine", Angélique descubre que uno se puede inventar su propia vida: convertirse en Nathalie Baye, ser admirada por su padre, elegir una profesión que nadie comprende, todas esas posibilidades que le brinda la película.
Le harán falta algunos años a la joven para comprender que el cine no arregla todos los problemas de la vida, aunque sí ayuda a acercarse al gran placer que es sentirse por fin libre.