Martin (interpretado por Jean-Pierre Darroussin), entrenador del equipo nacional de baloncesto para deficientes mentales, está metido en un lío. En plena preparación de los Juegos Paralímpicos de Sydney, los mejores jugadores le han dejado plantado. Para no perder la subvención, vital para la federación, Martin decide hacer trampas para participar en las olimpiadas. Y completa los efectivos con dos jugadores sin discapacidad: Stan (Ahmed Sylla) y Pippo (Olivier Barthélémy), dos trentañeros ociosos. Ni siquiera Julia (Camélia Jordana), la psicóloga de la federación, se va a dar cuenta de la estafa. Camino de Sydney, Martin no tiene ni idea de la mezcla explosiva que acaba de crear.