Manuel y Driss han crecido en el mismo barrio y son como hermanos. Pero hoy en día, llevan una vida completamente distinta. Manuel dirige una banda de traficantes, mientras que Driss es policía.
Cuando a Driss le nombran Jefe de Estupefacientes, el equilibrio entre los dos amigos se fragiliza, poniendo a Manuel en peligro.