Yasmine, una joven de dieciocho años, va a casa de su novio, a quien no ha visto desde hace quince días. Pero nada ocurre como previsto. La revolución tunecina del 14 de enero del 2011, le ha hecho comprender la importancia de la lucha política. Yasmine y el novio se pelean. De vuelta a casa, Yasmine sorprende a su hermano parlamentando por teléfono con su padre, que se ha quedado en Túnez: no quiere que sus hijos vayan a la manifestación que se va a organizar en la plaza de la República en París. A los argumentos del hijo, el padre antepone su autoridad.