En pleno corazón de Francia, en la región de Lozère, durante la transhumancia practicada cada año, los campesinos, junto con los animales, se juntan para festejar el final del invierno y vivir las tradiciones y el dialecto, aún practicados. Este cortometraje nos da a conocer una serie de retratos de hombres y mujeres cuyo modo de vida está en vías de extinción.