Con cuarenta años, Paul vive solo en un estudio en París. Hace veinte años que sabe que sufre de una enfermedad degenerativa: la esclerosis en placas.
Paul tiene el tiempo en su contra. Le han hecho falta veinte años para aprender a vivir con la enfermedad, con la mirada de los demás. Veinte años para seguir viviendo, a pesar de todo.
Una lucha diaria para no depender de nadie, por la esperanza y la dignidad.