París, al anochecer. Una chica joven cambia unos documentos por dinero. Es su trabajo, y lo ejerce solo cuando cae la noche. La joven va de cliente en cliente en su coche, un elegante deportivo. Tras el último asunto, ahora le piden que vaya a buscar una mercancía poco común: una sencilla caja. Cuando la chica intenta abrirla, se hace daño en la mano y se va, sintiéndose mal.