Entre la falta de comprensión, el misterio y la rabia, intento relacionarme con mi hermano autista Asperger, desde el fracaso de la palabra, pasando por la humildad de escuchar, para acceder a la grandeza del silencio. Ahí donde las fronteras de la realidad se esfuman y donde la inmensidad de su interior se abre al cosmos. Su mundo interior va a revelarse a través de los lobos, de una vidente, de una cueva. Nos invita, igual que un barquero, a otra visión del mundo.