Morlaix. Diciembre del 2010, algunos días antes de Navidad.
Mathilde, una chica de unos veinte años, va a la estación a encontrarse con su hermana mayor Delphine, y su hija pequeña. Juntas vuelven a la casa familiar donde les esperan los padres. Mathilde no va a pasar las fiestas con la familia, pues se prepara para marcharse a América del Sur para hacer unas prácticas.
Mientras que se instala la dulce histeria familiar en la casa, Mathilde se pasea por el lugar como un fantasma, observando a su familia con una ternura ya lejana. Mathilde sabe lo que los demás ignoran: "es probable que ésta sea la última vez que les vea".