Jacques tiene diez minutos para recorrer la distancia que separa la habitación del hotel en la que ha pasado la noche con una mujer, del dormitorio de su casa en el que se encuentra el número de teléfono que su mujer, que se ha ido a pasar el fin de semana al campo, le ha pedido urgentemente. Una carrera a contra reloj en la que se juega a su mujer, a los niños y la casa.