Agosto 1970, en pleno periodo yéyé. Como todos los años, el millonario Claude Tranchant y su mujer Eliane han invitado a su suntuosa villa de Saint-Tropez a lo más fino del show-business. Todo  estaba preparado para salir sobre ruedas, hasta que el descapotable de la pareja es saboteado. Convencido de ser víctima de un intento de homicidio, Tranchant llama a su amigo Chirac para conseguir el contacto del mejor detective de París. Pero en pleno verano, el único policía disponible es solo el comisario Boulin, a punto de jubilarse. Tan arrogante como incompetente, el comisario se lanza tras las huellas del aguafiestas, utilizando sus propias estratagemas.