Aquí me quedo...
... o de la dificultad de deshacerse de un marido que se niega a abandonar el domicilio conyugal. En esas se encuentra Marie-Do, ante la increíble obstinación de Bertrand, su esposo, testarudo, desde luego, pero lo suficientemente listo como para saber que no hay ley que pueda obligar a un cónyuge a abandonar el domicilio conyugal contra su voluntad.
Gracias a Antoine, un amante fascinante aunque algo despistante, Marie-Do acaba de descubrir una libertad de vivir insospechada. Hasta entonces Marie-Do había sido buenecita, demasiado incluso... Ojo con las mujeres que le siguen a uno mientras disfruta de su única pasión: la bici. En coche, a diez por hora, dá tiempo para pensar…
Encerrado en sus manías- come sólo cordero, bebe sólo Burdeos y escucha incansablemente Jacques Brel - Bertrand no las ha visto venir. Es un tipo cuadrado, serio, ingeniero-experto. Lo menos preparado del mundo para entender los vericuetos de la mentalidad femenina.
La explosión de hartura de Marie-Do se le viene encima como una ola gigante. Le coge totalmente por sorpresa, por lo que decide convertirse en ostra y agarrarse desesperadamente a las rocas para que no le arrastre el agua. Y ahí se queda, despertando con ello la simpatía de Antoine. Y es que no es corriente eso de quedarse, cueste lo que cueste, en el piso con alguien que ya no nos soporta.
La simpatía que su amante demuestra a su marido Bertrand empieza a exasperar a Marie-Do. Sólo falta que diga que le comprende: el colmo ! Marie-Do acabará por darse cuenta de cómo es realmente Antoine: un guionistaque no hace sino manipular personajes, tanto reales como imaginarios, a su antojo.
Sinopsis
Vídeos
Actores (28)
Producción y distribuición (4)
Box Office : acumulado
Box Office : cronología
Estrenos en el extranjero (16)
Pais | Distribuidor | Comprador | Fecha de estreno |
---|
Ver todo
Ver menos