Algunos meses después de la independencia de Lituania en 1991, mientras el país despierta poco a poco de cincuenta años de ocupación, algunos jóvenes invitan a la hermandad de Tiberiades para que anime un retiro espiritual. Los hermanos se enfrentan en seguida a una situación inesperada. ¿Cómo responder a estos jóvenes, si la hermandad es aún incipiente y muy pequeña? Los hermanos Marc y Joseph hacen entonces un acto de fe. En un antiguo koljós que ha sido rehabilitado en una aldea de apenas una decena de habitantes, los jóvenes y las familias se van acercando poco a poco para recibir la alegría de vivir el evangelio. Después de más de veinte años, el primer religioso de Lituania se compromete definitivamente.
Esta es la historia, al ritmo de las estaciones, de la fidelidad hacia Dios que cuida de nosotros sin descanso y que nos invita a confiar en él.