Érase una vez un niño, tres niños, cien mil niños en un jardín al norte de París, en Seine-Saint-Denis, por ejemplo. Hoy en día, los niños han crecido. Han perdido el jardín de la infancia, cubierto por un supermercado y un aparcamiento para los bloques de pisos. Algunos de estos niños se han dedicado a la escritura, otros a robar, otros a no hacer nada, y otros no saben más como aguantar la situación. Cómo hacer para encontrar, volver a encontrar la manera de aguantar y flotar frente al viento, los métodos nuevos y antiguos, que son quizás la vida misma, el alba naciente.