Todo está en blanco y negro. Aparecen siete gánsters en torno a una mesa para preparar el último gran robo: el asalto a un hipódromo. De pronto, cambia la luz y aparece el color en la película: se trata de unos actores de teatro, que han sido interrumpidos en medio del ensayo. El equipo técnico y el director de la obra han desaparecido. Dos actores van a tratar de salir del aro de luz, pero desaparecen misteriosamente. Los actores que quedan en el escenario son prisioneros de los focos.