Verano, en una pequeña ciudad del sur de Francia. Es el final de curso, todo el mundo anda deslocado. Armand tiene quince años, es distinto. Más gordo, más amanerado, más exuberante, pero sin embargo, más secreto que los demás. Para él, el verano se estira, al ritmo del sonido de los grillos, las conversaciones con las amigas, las siestas al sol y las series americanas. También los momentos de soledad tranquilos.