Desde que ha vuelto a la ciudad, Bigfoot se ha convertido en toda una estrella, para gran disgusto de su hijo Adam, que soñaba con una tranquila vida de familia. El joven intenta controlar los increíbles poderes que ha heredado de su padre, y se consuela con su pequeño y loco grupo de animales con quienes vive.
Cuando Bigfoot es alertado por los militantes ecológicos, vuela raudo hacia Alaska para luchar contra las fechorías de la petrolera X-Trakt. Pocos días después, todo el planeta está bajo estado de shock: el peludo aventurero ha desaparecio.
Adam no lo duda un solo instante. Junto a Shelly, su madre, Trapper, una intrépida marmota y Wilbur, el oso torpe, salen todos juntos rumbo a Alaska.